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Piaste tarde pajarito



Freddy Mercado es un amigo mío de la juventud. Recuerdo yo cuando estudiábamos el bachillerato en el Liceo Juan Hilario Bosset, en San Francisco del Zulia, ese muchachito ya hablaba de política, incluso se enfrentaba en enconados debates a los profesores de historia, geografía, ciencias de la tierra, profesores que en ese momento adversaban sanamente la propuesta del entonces candidato Hugo Chávez. Freddy en términos prácticos, aún sin estar Chávez en el poder, era chavista, corría 1998 y estábamos en el último año para recibirnos de bachilleres en ciencias.

También recuerdo a José Cornielis, uno de los muchachitos más brillantes que he conocido en mi vida ahora un padre de familia y excelente ingeniero, Joseíto (así le decíamos) me llegaba con preguntas capciosas como ¿Te parece bien cambiar el nombre de Venezuela agregando el bolivariana? ¿Estas de acuerdo con cambiar el Congreso por Asamblea? Preguntas de un chico suspicaz, inteligente y curioso.

Debo admitir, lo confieso, que no entendía palabra, yo como el chamo típico andaba más prendado a buscar los trucos de Mortal Kombat y Fifa 98 de la revista Nintendo, aún cuando las palabras de Cornielis me hacían ruido pues al igual que mi madre "Temía al hombre de la boina", vivimos en carne propia los sucesos del 4 de febrero y 27 de noviembre, pues en ese entonces vivíamos muy cerca de la base aérea de paracaidistas de Maracay, quienes conocen el contexto, saben de lo que hablo. Esto sumado al corazón siempre adeco de mi madre, ella amaba al Gocho, a Carlos Andrés Pérez, así como Lina Ron a amó a Chávez, particularidades de nuestras mujeres y política. 

Perdimos la pista todos, pero gracias a Facebook fue propicio el reencuentro. Para el momento, yo era un militante activo del PSUV, partido recién creado de Chávez, eso lo confieso; circunstancias laborales me llevaron a una de las misiones más ideológicas y de compromiso político como lo fue cultura, eso lo confieso; pero también confieso que jamás perdí el cariño por esos amigos que de alguna manera me distaron en lo político, de frente despotricaban de Chávez, de hecho, vivía con una madre adeca; los escuálidos, así los llamábamos, los chaburros  me decían. En ese contexto incluso fui profesor de la Universidad Católica de Maracaibo. Palabras más, palabras menos.

Siempre defendí mis principios, me desprendí del díscolo muchacho nintendero, conocí a Freire, a Monseñor Romero, las ideas libertarias de Simón Rodríguez de inventar o errar, propias claro está del iluminismo. Toda una amalgama, incluso una especie de sincretismo político, ideas de hombres de carne y hueso, una admiración distante del culto a las personalidades. Las preguntas capciosas de Joseíto no me resultaron tal, hasta lamentaba no darme cuenta antes de eso y de la importancia que tenían.

Nunca faltará quien me des-califique de guabino, una especie de ser titubeante en lo ideológico, gatopardo incluso. Me resbala, pues mis principios permanecen intactos. Sin embargo, lamento la actitud de algunos, quienes  siempre estando de la otra acera, que siempre adversaron a Chávez, se indignaban ante su autoritarismo y forma de ser, en esta coyuntura lancen las puertas en sus narices a quienes poco a poco se han ido desvinculando del proyecto chavista.

Casualmente, para asombro de la XIII Promoción de Bachilleres del Bosset, el más leal de los chavistas, pues a diferencia de mí, él nunca trabajó con el Estado, sus convicciones fueron desde siempre legítimas, digamos que puras, no tan sincréticas como las mías, mi recordado Freddy se rebeló en las redes, fue fuerte, la indignación a flor de piel, sin duda el caso de Oscar Pérez detonó al máximo la misma impotencia que sentimos los venezolanos equivocados y apátridas.

Entre los responsos, estuvo el de José y Vannesa (otra compañera de clases), ambos defendían con muy buenos argumentos y consistentes  razones por las cuales, ellos y muchos venezolanos están pasando literalmente roncha fuera y dentro culpando por supuesto a quienes siguen apoyando (sin duda unos alevosos y perversos, otros víctimas de un nefasto círculo vicioso) y de quienes, caso de Freddy, en modo también indirectamente yo, en último momento por así decirlo han abierto los ojos.

Vannesa, desde que la conocí, es muy atinada en el discurso y en sus palabras, uso Piaste tarde, este dicho muy venezolano  referido a lo que alguien dijo tarde y ya no tiene valor, usado en tiempos de otrora por el refranero presidente Luis Herrera Campins.

No obstante, a la luz de la semiología  la expresión "Piaste tarde", o piaste tarde pajarito, una forma si bien muy popular y particular en nuestra Venezuela, tiene un fondo semántico de violencia e intolerancia. Claro, en ningún caso, Joseíto ni Vanessa lo han hecho de manera alevosa, son los panas, padres de familia, dignos y ejemplares, pero por circunstancias, mera incidencia y coincidencia, ese Piaste tarde resulta prejuicioso, con un dejo de rencor y por tanto en otros contextos, formas y conversas de cualquier grupo de amigos de juventud, puede representar la diferencia de trascender a un plano de reconstrucción colectiva de una nueva Venezuela. Gracias a Dios, esta conversa sin los bemoles del habla, para mí, fue claramente un ejercicio libre de expresión e intercambio de ideas.

Pero descontextualizando y en otro ámbito, el Piaste tarde es hermana de la frase "los que se fueron en la crisis son unos cobardes"; Piaste tarde es hermana de "todo aquel que apoyó a este gobierno merece la maldición de Tukankamón"; piaste tarde sencillamente es un reflejo por antonomasia de escuálido, vendepatria, chavistas de barril de 100, de traidor a la patria, de terroristas. Es una frase con un fuerte barniz de resentimiento.

Estamos en una coyuntura donde nos necesitamos a todos, donde prejuzgar y discriminar  a todo aquel que apoyó al gobierno como simple trabajador o afecto de corazón en algún momento, el que se fue del país, no tienen cabida. La división nos carcome, el resentimiento es un cáncer que sólo beneficia a quienes detentan el poder. Estamos ante una neodictadura, estamos concientes de eso, precisamente sus mejores armas son las palabras y sobre todo sembrar la duda y la discordia, Nicolás es bien Nicolás, su consigna, "Divide y vencerás".

Esperemos que no seamos todos los que Piemos tarde en la reconstrucción del país.

Comentarios

  1. Venezuela es un país en guerra, es un país destruido por un proyecto llamado Socialismo del siglo XXI. Recuerda Angelito como despotricó tu presidente Chavez y todo su aparato político a todo aquel que se atreviera a pensar diferente. Recuerdo cuando decía Expropiese y todos aplaudían como focas. Esos mismos que hoy Abren los Ojos porque la mierda les llegó al cuello. Es triste, es lamentable haber esperado tanto para Abrir los Ojos.

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  2. buen articulo, me hizo recordar esa faceta de muchacho que ya había olvidado, recuerdo al profesor silvestre villalobos que se jactaba en decir que lo persiguieron y arrinconaron en la basílica los fascistas que gobernaban de derecha según el; ahora en la actualidad esta convertido en lo que tanto critico...... ( por cierto el malayo me aplazo el 1er lapso según el se equivoco, era la materia que mas me llamo la atención y la vivo cada día); mi queridos amigos esos que tantos años tengo sin ver y saludar en persona pero al verlos y saludarlos nos actualizamos y parece que nunca hubiésemos estado distantes. Para mi nunca han habido ni derechas, ni izquierdas porque como me lo recordó el amigo Ángel que me hizo trasladarme atrás en el tiempo mi Amor Profundo por lo propio lo nuestro Venezolano es el mismo, Nacionalismo Puro, soy el Venezolano que quiere ver su País, prosperar crecer y que ha visto como hay un REMAKE de los políticos y políticas de los años 80 y 90....

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  3. cuando esgrime por algunas de las políticas del gobierno no lo hacia como ese ciego que no veia las cosas, simplemente entre mas pasan los años en VENEZUELA NOY HAY UNA BUENA OPOSICION POLITICA Y NUESTRO PAIS TAMPOCO MERECE ESO!!!

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